Esperamos que disfrutéis del cuento de Navidad que hemos escrito para vosotros, ¡disfrutadlo en familia!
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Estamos a pocos días de la Navidad y a Papá Noel le llega una carta muy extraña.
Una niña ha escrito una carta en la que pide diversos regalos para su papá y mamá así como para su hermanito pequeño. En cambio no pedía ningún regalo para ella.
La niña ha sido muy obediente durante todo el año y ha realizado sus tareas escolares. Se ha portado bien en casa, ha ayudado a su mamá y a su papá en las tareas del hogar.
En la calle con sus amigos, en el cole, en la pista de patinaje, cuando van a jugar todos al parque. Ella siempre guarda las distancias de seguridad y se pone su mascarilla.
El mundo mágico de Papá Noel EN EL CUENTO DE NAVIDAD
Lidia acompañaba a una amiguita, que iba en silla de ruedas, todos los días hasta el colegio, iba a su casa a por ella y de camino veía una tienda en la que había una cajita que se llamaba el Mundo Mágico de Papá Noel.
Le gustaría mucho ese regalo y que se lo trajese Papá Noel, pero prefería pedir cosas para su hermanito. Su mamá enferma y su papá que no tenía trabajo.
La pequeña, qué responde al nombre de Lidia, ha pedido en su carta que su mamá se ponga buena, ya que está enfermita. Ha pedido para su hermanito pequeño que sea más cariñoso y que ayude también en las tareas del hogar. Finalmente para su papá ha pedido que encuentre pronto trabajo.
Papá Noel, habla con sus renos, porque papá Noel habla con los animales, les pregunta cómo puede ser que esta niña no quiera nada para ella, los renos y Papá Noel llegan a una conclusión.
Así que Papá Noel y sus renos invitarán a esta niña al mundo mágico de las ilusiones en los sueños. Un mundo en el que los sueños buenos se hacen realidad. Papá Noel es el dueño del mundo de las ilusiones y puede hacer que los deseos de la pequeña se hagan realidad, además de ello le harán un gran regalo.
Llega el día soñado, la noche en que Papá Noel deja los regalos al lado de la misma chimenea, papá y mamá, junto a Lidia y su hermanito, están en la chimenea escuchando los cuentos de navidad al lado del fuego.
Están hablando de cómo les gustaría que fuera su vida en el futuro. Mamá por supuesto desearía estar curada de su enfermedad. Papá está esperando que le llamen de un puesto de trabajo. Su hermanito pequeño desea que le regalen el circuito de carreras que ha pedido.
Durante la cena llegan también sus abuelos, se unen a la conversación. La noche transcurre muy tranquila entre villancicos y el sonido de las brasas de la chimenea. Durante un buen rato todos hablan y se ríen, finalmente Lidia y su hermanito se van a la cama. A la mañana siguiente tendrán los regalos que Papá Noel haya dejado.
Lidia y su hermanito duermen plácidamente, a la mañana siguiente al despertarse van corriendo a ver los regalos, al lado mismo de la chimenea se encuentra un gran paquete en el que parece ser que haya una caja muy grande.
Todos juntos abren la caja y ven, asombrados, un gran circuito de carreras con muchos coches, pistas, árboles, marcadores electrónicos y unos mandos con los que manejar a los distintos coches.
Lidia dice que ha soñado una cosa muy extraña; Papá Noel en el sueño estaba en un mundo mágico, rodeado de muchos animalitos, Lidia podía hablar tanto con Papá Noel como con todos los animalitos y las plantas en ese pequeño mundo.
En ese mundo mágico había duendes y también elfos, tan pequeños como su mano y que hablaban con ella. Eran los encargados, bajo las órdenes de Papá Noel, de hacer que los sueños se hicieran realidad.
Hablando con los animalitos y las plantas, con los duendes y los elfos, Lidia recuerda qué le decían lo buena niña que era y que Papá Noel tenía preparada una gran sorpresa para ella por haber pensado en todos los demás.
Junto al árbol de Navidad había una gran carta, con muchísimos adornos y de un color rosado que llevaba el nombre de Lidia
En la carta, Papá Noel le decía a Lidia que tenía que mirar detrás de la puerta porque ahí encontraría su regalo. Lidia, que no se esperaba este regalo, abrió la puerta.
Al abrir la puerta se encontró a su papá y a su mamá viendo la televisión. En ella una presentadora anunciaba que se había descubierto un nuevo medicamento qué podría curar la enfermedad de su mamá. También la misma presentadora anunciaba que la empresa en la que trabajaba papá iba a volver a contratar a todos los trabajadores.
Lidia, muy emocionada en ese momento, recordó el sueño tan extraño de la noche anterior. Además se dio cuenta que debajo de la tele había una gran caja que llevaba su nombre.
Abrió la caja y encontró todo un mundo mágico exactamente igual al que había soñado, había elfos, había todo tipo de animalitos, y cada uno de ellos tenía su propio sonido y sus mensajes.
Era la famosa caja de muñecas del Mundo Mágico de Papá Noel, que veía en la tienda cada vez que se iba al colegio con su mochila y su amiguita, una figura de un hada mágica sostenía entre sus alas un mensaje.
“El Mundo Mágico de Papá Noel para la niña más generosa del mundo”.
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