Cambios, dudas, culpa, llantos, apego, horarios, muchos pensamientos y emociones se nos remueve en la cabeza y el corazón cuando llevamos a nuestros pequeños a afrontar el primer día de guardería.
Todos los involucrados estamos a la expectativa de cómo manejaremos la ardua tarea de “adaptación”; nosotros como padres en el acompañamiento a nuestros hijos y los sentimientos que se generan por dar el paso, los cuidadores en ser guías, adecuar los espacios para que los niños y bebés se sientan seguros, y nuestros hijos, que son los protagonistas, en poder tener la oportunidad de afrontar ese cambio de separación con los padres de una forma paulatina y respetuosa.
Es muy difícil explicarle a un bebe entre 0 y 2 años que lo dejaremos por unas horas en un espacio distinto a su entorno habitual, con personas que no conoce, con niños alrededor jugando o llorando, y que, por si fuera poco, mamá/papá no estarán allí para cogerlos y aportarles la seguridad cuando lo necesiten.
Si para un adulto la madurez y control emocional se consolida estadísticamente sobre los 30 años, en el caso de los niños, nos perturba la idea que lo pasen fatal en la guardería, sobre todo en esas primeras semanas de la ya famosa “adaptación”.
La etapa de adaptación
En la etapa de adaptación, lo ideal sería dejarlos entre 1 hora u hora y media durante la primera semana e ir aumentando los tiempos. Aquí la comunicación con las cuidadoras es vital, porque nos pueden orientar en cómo se van relacionando con el entorno, los periodos de llanto, y la conexión con su guía. Existen guarderías que permiten él acompañamiento de los padres en el aula durante los primeros días, esto facilita mucho que el niño se aventure a conocer el entorno y les genera más seguridad ver que se les acompaña junto a lo que será su nueva imagen de cuidados.
Respecto al cuánto, debiera ser de mutuo acuerdo entre los padres (si hay disponibilidad de tiempo) y la guardería, que para algunos solo pueden ser los primeros 5 días de contacto y para otros hasta 15 días, dando el tiempo necesario para que los bebés en su conciencia puedan asimilar que esa será su nueva rutina.
¿Cómo podemos ayudarles EN EL PRIMER DÍA DE GUARDERÍA?
Niños muy pequeños, que solo cuentan con unos meses o ni siquiera llegan a los 3 años, tienen muy poca comprensión del lenguaje con lo cual nuestra actitud va a ser lo más importante
- En tu lenguaje corporal les has de expresar calma y tranquilidad: te van a observar mucho y tranquilidad es lo que tu lenguaje corporal ha de expresarles.
- Ves con tu pequeño o pequeña a las educadoras o cuidadoras: estando con tu pequeño o pequeña informa de qué tipos de cosas le gustan, qué juguetes son sus preferidos, pregunta si puede llevar algún peluche o muñeco que le guste etc.
- A la hora de la recogida intenta ir tú siempre que puedas: recuerda que los niños y niñas pequeñas tienen un vínculo muy fuerte con sus padres, no tanto con figuras ajenas a los mismos, aunque sean sus propios abuelos, siempre que puedas ves tú a recoger a tu hijo.
Niños que ya están por encima de los cuatro años o más mayores, son nenes que ya entienden el lenguaje, por tanto es básico que les hablemos de la guardería para que se vayan acostumbrando con un tiempo de antelación.
- Acostumbrarlos a sus nuevos horarios: organizar la vida en casa para que sea consciente que tiene un horario, unas tareas y asistencia a la guardería cada día.
- Comentar en distintos momentos: en pequeños ratitos cada día, comentar qué tal le está yendo la guardería y sus nuevos amigos, qué es lo que hace allí, lo que más le gusta y un largo etcétera.
Gestionar el miedo a la separación EN EL PRIMER DÍA DE GUARDERÍA
Evidentemente no se trata de una cuestión sencilla, pero como padres o madres debemos despedirnos en ese primer día de guardería de nuestros pequeños de manera positiva y calmada.
- Los niños aprenden por observación: son auténticas esponjas observadoras: Una de las claves a la hora de despedirnos será que vean una actitud segura y positiva por nuestra parte, tratar de que no nos vean mal ni ansiosos.
- Otra de las cuestiones básicas es a la hora de salir de casa, el día D: llevamos tiempo sin tener que madrugar, probablemente hayamos estado de vacaciones con lo que la probabilidad de que se nos haya olvidado algo, salir alterados de casa es considerable, para que esto no suceda es conveniente intentar dejar preparadas todas las cosas necesarias la noche anterior.
- Llegamos a la guardería, el momento de la despedida: intentar no eternizar el momento ni dramatizar, mantener una actitud afectuosa abandonando el lugar con una gran sonrisa, en ningún caso es aconsejable idas y venidas para ver si se ha calmado o para tratar de consolarle.
El desarrollo del niño en la guardería
A nivel psicológico sabemos qué el desarrollo de la personalidad va íntimamente relacionado a la posibilidad o no de relacionarse con otras personas, es decir, estás primeras experiencias que va a tener el niño en la guardería van a ser claves a la hora de evolucionar y conformar su personalidad en el futuro.
Los niños en esta primera fase de su vida, necesitan de una gran cantidad de estimulación que desarrolle adecuadamente su sentido exploratorio, las guarderías son los centros adecuados, reúne toda una serie de condiciones que favorecen la adquisición de estas primeras experiencias
En esta misma línea se sabe que la adquisición de conceptos científicos matemáticos se torna más fácil en aquellos niños que asistieron a guarderías entre el primer año de vida y los 3 años que en aquellos que no lo hicieron.
No te sientas culpable de llevar a tu hijo a la guardería
Tal cual te hemos estado hablando y comentando a lo largo del artículo, el llevar a los niños a la guardería tiene muchísimos beneficios como hemos podido comprobar.
El hecho de dejar el niño en la guardería te puede crear una ambivalencia, es decir un doble sentimiento, por un lado vas a tener más tiempo para realizar cosas pero, por otro lado puede que te sientas culpable por dejarlo en manos extrañas.
Desde Blabook te vamos a dar varios motivos por los cuales llevar al niño a la guardería es toda una lección de vida positiva, tanto para ti como para tu hijo o hija.
- Su personalidad: como hemos dicho va a desarrollarse y la mejor manera de hacerlo es estar en contacto con niños como él, aprenderá a convivir y compartir experiencias con ellos y se enriquecerá de esas primeras experiencias.
- A nivel psicomotriz: la guardería implementa una serie de programas, juegos y distintos tipos de ejercicios que fomentan el desarrollo psicomotor de los pequeños, que de otra manera estando en casa es más complicado.
- La inteligencia y la memoria de tu pequeño saldrán totalmente reforzadas: la guardería tiene toda una serie de programas que contemplan y refuerzan todas las funciones cognitivas de nuestros pequeños.
- La confianza de un entorno seguro: las guarderías son entornos seguros al estar controlados y dirigidos por profesionales en el campo de la educación de nuestros pequeños.
La mejor elección en el momento más adecuado
Sin duda, es un camino de luces y sombras, y cada realidad es distinta, pero lo que nos une a todos en este camino de la guardería, es el amor por nuestros hijos y el no perder la calma en los primeros días, donde los llantos y la tensión a lo desconocido se apoderan de la situación.
Desde Blabook, donde hacemos libros interactivos para niños, te hemos presentado los aspectos más importantes que representa llevar el primer día de guardería, hemos hablado de esas primeras experiencias que se adquieren en estos centros y de la importancia de que acudan a los mismos. Hemos visto también unas indicaciones acerca de cómo podemos afrontar, como papás y mamás, ese primer día e ingreso en la guardería de nuestros pequeños, en esta misma línea hemos visto cómo podemos ayudar a enfrentar ese día tanto a los más pequeños como a los niños que son un poco más mayores, finalizando con la idea de que has de tener claro, que la elección de llevar a tu niño a una guardería es, tal y como lo vemos nosotros, la mejor elección en el momento más adecuado.
