¿Por qué a mi hijo no le gusta leer?

Cuando los niños y niñas son muy pequeños, tienen una predisposición innata hacia el juego. Por eso, lo ideal es introducir a los niños en la lectura a través de libros con los que puedan divertirse: libros con imágenes muy llamativas, libros audiovisuales, interactivos, pop-ups

Estas lecturas, que siempre estarán supervisadas por un adulto, son una forma ideal de que los niños aprendan nuevas palabras, conceptos, que comiencen a desarrollar sus capacidades cognitivas y emocionales y que establezcan lazos emocionales estables y sanos con los adultos que les ayudan en la lectura.

A mi hijo le gustaba leer pero ahora ha perdido el interés

La mayoría de los niños y niñas comienzan a introducirse en la lectura de una manera natural y placentera. Sin embargo, cuando crecen, muchos de estos niños y niñas pierden totalmente el interés por la lectura.

Existen casos en los que los padres expresan una total sorpresa al ver cómo sus hijos pasan de mostrar un interés desbordado por la lectura a tener un nulo interés.

“Fue maravilloso verle descubrir el universo de las letras y durante meses disfrutó muchísimo leyendo todo lo que caía en sus manos, desde folletos propagandísticos de supermercados, hasta nombres de calles o edificios públicos, e incluso periódicos.

Pero en Tercero de Educación Infantil, cuando ya dominaba perfectamente la lectura, su interés por los libros comenzó a caer en picado.”

Fragmento extraído de https://sermadreunaaventura.com/a-mi-hijo-no-le-gusta-leer-consejos/

Y si a mi hijo no le gusta leer, ¿qué hago?

Cuando se da la situación de que a nuestros hijos no le gusta leer, el consejo principal es: no forzarles. La lectura debe de verse como una actividad placentera; en el momento en el que forzamos a nuestros hijos a leer, se convierte en una obligación, lo que genera aún más rechazo. Al igual que a los adultos, a los niños y niñas no les gusta que les obliguen a hacer cosas que no les gustan.

Los adultos debemos ser un referente para los más pequeños: si nos ven leer y experimentar placer con ello, es muy posible que su predisposición hacia la lectura sea buena.

Como norma general, se aconseja que los padres pongamos fácil a los niños encontrar una lectura que se adapte a sus gustos. Para ello, puedes seguir los siguientes consejos:

  • Libros al alcance de los niños y niñas. Para ello puedes poner una estantería de pequeño tamaño con libros que siempre pueda coger. Es importante que estén a su alcance: si alguna vez siente curiosidad, no necesitará pedir ayuda a los adultos y esto fomentará su autonomía.
  • Si algo le gusta, respétalo. Los niños pueden mostrar interés en cosas que a los adultos nos parecen inapropiadas. Por ejemplo, una madre expresaba su extrañeza al ver cómo a su hijo de siete años le interesaban libros sobre rocas. No hay ningún problema en esto: los niños cambian constantemente de gustos y su curiosidad es casi infinita. Si a ellos les gusta, aunque nos parezca inapropiado para su edad, tenemos que respetar su elección.
  • Sigue compartiendo momentos en los que leáis juntos. Lo ideal es que estos momentos sean, más que una oportunidad de incitarle a la lectura, un momento íntimo en el que los dos disfrutéis. Como norma general, los mejores momentos son antes de dormir, cuando los niños ya están cansados y calmados. Pero también podemos leer en el coche, cuando damos un paseo al parque, en el campo… Hay muchas opciones, elije la que mejor se adapte a vuestros gustos.
  • Intenta elegir libros con los que se sienta identificado. Cada niño vive en una realidad diferente. Si, por ejemplo, se da el caso de que tu hijo es un aventurero, puedes poner a su disposición libros de niños y niñas que viven aventuras. Si es tímido, puedes escoger un libro que hable de sus emociones.

Ningún consejo me funciona para que mi hijo lea

Si ningún consejo te funciona, no te preocupes y, sobre todo, no cejes en el intento. Intenta ser flexible y recordar que, aunque ahora a tu hijo no le guste leer, siempre habrá un momento en el que se interese por algo y tú puedas paliar su sed de conocimiento con un libro que le resulte interesante.

Según maestros y pedagogos, no es bueno colgar a nuestro hijo la etiqueta de “no le gusta leer”. Lo más importante es que los niños dejen a un lado su concepción de la lectura como obligación y comiencen a verla como un divertimento y una fuente valiosa de información.

A veces no es fácil, porque la lectura es una actividad que requiere calma, silencio, concentración y memoria. Hay niños y niñas a los que llegar a este estado les cuesta. En ese caso, podemos ofrecerles libros que tengan muchos dibujos, pop ups, que sean interactivos, libros tipo cómic o novela gráfica…

Cada niño es un mundo con necesidades e intereses particulares que van cambiando de forma rápida y constante. Solo hay que encontrar el momento idóneo para hacerle disfrutar de una lectura que se adapte a sus gustos.

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