Cómo introducir a los niños en la tecnología

Los niños y niñas de hoy en día viven en un mundo muy distinto al que vivimos las personas “analógicas”. Ellos crecen en casas donde seguramente hay, como mínimo,  un ordenador, una Tablet o un smartphone. La relación que tienen con las tecnologías es natural. No les cuesta porque no tienen que ir aprendiendo su funcionamiento cada vez que las usan. Por esto, lo mejor que podemos hacer es tomar las medidas necesarias para que aprendan a utilizar los dispositivos de una manera responsable y protegida.

¿A qué edad debemos introducir las tecnologías?

Esta enorme facilidad con la que los más pequeños utilizan nuestros dispositivos nos puede llevar a preguntar cuándo es bueno comenzar a dejarles jugar con ellas y durante cuánto tiempo.

Según expertos pedagogos, no hay una edad ideal para introducir a los niños en las tecnologías pero sí que hay unas normas que hemos de seguir siempre. Las tecnologías pueden ser muy positivas siempre que se haga un correcto uso de estas.

Es importante que tanto padres como niños entiendan que hay momentos para usar las tecnologías pero también hay momentos para jugar, leer, aprender deportes, comenzar a tocar un instrumento musical o, simplemente, estar en familia.

¿Qué pautas debemos de seguir?

Lo más importante es que las madres y los padres sepan usar aquellos dispositivos, juegos y apps que van a utilizar los niños. De esta forma podremos enseñarles a manejarlos de una manera responsable y positiva, advirtiéndoles también de los peligros que pueden conllevar.

Por supuesto, otra de las cuestiones importantes es que nos demos cuenta de que un niño pequeño no puede usar la tecnología el mismo tiempo ni de la misma forma que los niños y niñas más mayores. El uso de internet debe de estar filtrado por los padres mediante control parental u otros mecanismos.

Hay apps que nos permiten estar seguros de que los pequeños no van a encontrar contenidos inapropiados en internet. Además, gracias a estos controles parentales también nos aseguraremos de que el niño o niña no borre nada importante de nuestros dispositivos. Pero debemos recordar que el mejor control es la comunicación. Advertir a los niños de lo que es el ciberbulling o el sexting siempre será el mejor filtro y les proporcionará las herramientas necesarias para usar internet de una manera más responsable.

Los beneficios de la tecnología

Las empresas tecnológicas son cada vez más conscientes de que los más pequeños son una generación a la que deben de atender. Es por esto que cada vez hay más programas, apps, juegos y plataformas dirigidas a un público específicamente infantil.

Sin mucho esfuerzo podemos encontrar juegos educativos que pueden jugarse a través de los dispositivos electrónicos, adaptados a las diversas edades de los niños. También hay organizaciones y empresas que se dedican a hacer aplicaciones específicas para niños con problemas de atención, con autismo, etc. Debemos de procurar que, gracias a los avances digitales, todos los niños y niñas puedan jugar de una manera sana y teniendo en cuenta sus situaciones específicas.

¿A qué edad compro el primer móvil a mi hijo?

Casi todos los expertos aseguran que la mejor edad para comprarles su primer dispositivo móvil ronda los 12-14 años. Sin embargo la realidad es otra: la media de edad en que los niños y niñas tienen su primer smartphone está en los 11 años.

“Todos mis amigos tienen uno” es una frase que probablemente resuene en la cabeza de muchos padres. Cuando casi todos los amigos tienen un móvil, los niños y niñas pueden sentirse aislados. Lo mejor en estos casos es preguntar a madres y padres cuyos hijos ya tengan móvil. Al fin y al cabo no podemos olvidarnos que esta generación son nativos digitales y que su forma de conectarse con el mundo es diferente a la de los que nacimos en eras más analógicas.

La adicción a las nuevas tecnologías es evitable

Hay que tener en cuenta el riesgo de adicción que suponen las nuevas tecnologías. Videoconsolas e internet generan en los niños y niñas un placer único que puede derivar en una adicción si no seguimos las pautas necesarias para un buen uso. Debemos de prestar atención a aquellos niños y niñas que sienten un gran malestar al dejar de usar el teléfono, Tablet u ordenador y que no piensa en otra cosa que en volver a utilizarlas para sentirse bien. Es entonces cuando podemos decir que el niño o niña ha desarrollado una dependencia y necesitará ayuda profesional.

Para evitar que las tecnologías se conviertan en una adicción debemos de procurar que ni estas ni ninguna otra actividad se conviertan en el centro de la vida de los niños. Mantener un horario y animar a los pequeños a realizar actividades de equipo o al aire libre son las mejores herramientas para evitar la soledad, la reclusión, el aislamiento y los problemas de sueño consecuencia de esta adicción.

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